En un día de perros, con la lluvia empapando el artificial de Hortaleza y un incómodo viento racheado que se sumaba a las inclemencias del tiempo, los dragones se dejaron los últimos puntos en juego de una segunda vuelta que hasta el sábado habían dominado completamente. Si en la primera vuelta Alcalá ponía fin a una racha de seis partidos sin conocer la derrota, hasta el sábado Hortaleza había sumado de cinco en cinco en todos los partidos disputados tras el ecuador de la competición. A pesar de cuajar un buen partido, los muchachos de la cobradora del frac Otilia fueron claramente superados por un rival que ha peleado por el descenso durante todo el campeonato, y que salvo arrastre de equipos podrá respirar tranquilo al ver asegurada su permanencia.
Alcalá dio rápidamente pistas de que, por mucho que no destacara en la clasificación, no pondría las cosas fáciles a Hortaleza. Así, confinó a los dragones en las inmediaciones de su zona de ensayo, pero estos lograron aguantar y llevar el juego lejos de sus palos. La presión de Hortaleza en campo rival tuvo su recompensa y tras lograr una melé a favor, provocó la infracción de su medio rival. No era una posición ventajosa, pero el repeinado Plumas no se amilanó y acertó en la patada (3-0).
El juego de Hortaleza estaba
siendo bueno y controlaba la posesión, pero el partido se disputaba en su campo y
en tardes como la del sábado, con la lluvia como permanente compañía incómoda,
los errores se multiplican. No es buen negocio jugar en tu propia ‘22’, como
comprobarían los jugadores del XV. En una melé a favor de Alcalá, los
visitantes buscan el lado cerrado y se aprovechan de un error en la marca que
deja expedito al ala el camino hacia el ensayo (3-5).
Desgraciadamente, Hortaleza no
supo aprovechar el ataque posterior, que acabó en una patada a seguir bien
cubierta por el ala alcalaíno. Éste, tras pedir ‘mark’, sacó a los suyos de la
cueva. Los dragones volvieron a cometer golpe, lo que les llevó de nuevo a su ‘22’.
Allí, Alcalá montó un maul a la
salida de un saque de lateral y Hortaleza tardó en contrarrestar el empuje lo
justo para que los visitantes pusieran ruedas al agrupamiento y lo condujeran
hasta la zona de marca (3-10). En la última jugada del primer tiempo, y tras
cometer consecutivamente varias infracciones, Hortaleza vio cómo la delantera
alcalaína les hacía un nuevo ensayo, en esta ocasión en un pick & go (3-15).
Pese a las dificultades, el XV
no estaba cuajando una mala actuación, pero enfrente había un rival mucho más
práctico, que supo adaptarse mejor a las condiciones en las que se jugaba el choque
y sacar partido de ellas. Realmente, Alcalá estaba dando por momentos un
espectáculo, muy preciso en la touch y gestionando con maestría la cobertura de
las patadas a la espalda de su línea.
Resulta admirable cómo el penúltimo clasificado de la Liga ha logrado tal progreso, y desde aquí es justo felicitar a sus entrenadores por esa sobresaliente mejora. En su debe está el reproche de no haberse aplicado con tanto acierto en jornadas anteriores, pues así no habría pasado apuro alguno para mantenerse en la categoría y sin duda habría aspirado a posiciones más nobles. Misterios del rugby regional madrileño, tan fascinante como difícil de entender.
Resulta admirable cómo el penúltimo clasificado de la Liga ha logrado tal progreso, y desde aquí es justo felicitar a sus entrenadores por esa sobresaliente mejora. En su debe está el reproche de no haberse aplicado con tanto acierto en jornadas anteriores, pues así no habría pasado apuro alguno para mantenerse en la categoría y sin duda habría aspirado a posiciones más nobles. Misterios del rugby regional madrileño, tan fascinante como difícil de entender.
El problema para Hortaleza fue
que, después de haber presentado una apuesta tan consistente y sólida, poco a
poco fue diluyéndose en el partido. Hasta entonces, a pesar de que Alcalá
pudiera sobrepasarle en tamaño y en puntos, se enfrentó con arrojo y logró
contenerles, haciendo inútil el intento de la delantera alcalaína por imponer
su superioridad física. Desgraciadamente, los propios errores condenaron al XV,
ya fueran despistes o infracciones en defensa, e imprecisiones en ataque, porque a pesar de las dificultades
del día Hortaleza movía el oval con su línea, y una vez encontrado el hueco,
avanzaba muchos metros comprometiendo al contrario. Pero ya fuera un error en
la touch o en los pases, la ocasión de acercarse en el marcador a través de un
ensayo se desvanecía.
Ya en la segunda mitad, Alcalá
no fallaba al llegar a la ‘22’ contraria, y su pateador aprovechaba para
estrenarse con un golpe (3-18). No era el día del XV. Ni cuando lograba enlazar
varias fases con éxito lograba sumar puntos. Las sustituciones visitantes
acentuaron más las diferencias pero aun así, Hortaleza no permitió que Alcalá,
que enlazaba fases de juego muy interesantes, pudiera ensayar. Acabó siendo
otro error el que les condenara a un cuarto ensayo, ya que intentaron salir
jugando en un golpe a favor desde su ‘22’ y cometieron un retenido nada más
sacar. Un nuevo maul a la salida de
la touch propició el cuarto ensayo
alcalaíno (3-23).
Ya no se movería el marcador
para desolación del XV, que hasta el último momento peleó para honrar con un
ensayo el meritorio partido que había disputado. Cerca estuvo de producirse
pero no acabó llegando. Un sabor desagradable para los locales, que se
despedían así de una de las mejores temporadas en mucho tiempo.
Afortunadamente, la recompensa de ese trabajo y esfuerzo será jugar una ansiada
promoción en busca de una plaza en la competida 2ª división del rugby
madrileño. Es difícil encontrar un lado positivo en caso de no ascender pero,
aun esperando que esto no tenga lugar el próximo año, Alcalá B le dio el sábado
a los dragones un posible consuelo: buscar la revancha.
Convocatoria:
1.- Paquirrín, 2.- Chencho (c), 3.- Darti; 4.- Daver, 5.- Brasas; 6.- Lobo, 7.- Tamim, 8.- Mac; 9.- Pelusa, 10.- Pepe; 11.- Tobi, 12.- Simic, 13.- Plumas, 14.- Martins; 15.- Hobbit.
16.- Alesón, 17.- Cuenca, 18.- Carol, 19.- Tito, 20.- Dani, 21.- Herradon, 22.- McFly.
Fotografías: José Luis Hernández Sanz.
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