Al amparo de la noche los dragones atacaron con éxito la fría fortaleza de Boadilla (7-41). Las bestias no recordaban cual fue la última vez que tuvieron que invadir tierras lejanas a tan intempestivas horas, por lo que su humor no estaba tampoco para muchas bromas. Los ánimos ni siquiera se enfriaron, sería de lo poco que no bajara su temperatura durante aquella tarde nocturna, cuando en el ambiente la opacidad no fue lo único que se cernió sobre los presentes. Un halo de ilegalidad, un tufo a despacho de profesor de plástica revoloteó por las instalaciones deportivas de una de las localidades fetiche de la Gürtel. Cualquiera diría que Pelusa habría tenido un ataque desmesurado de transpiración, pero nada más lejos de la realidad.
En cuanto a lo puramente deportivo, los del segundo equipo del XV Hortaleza presentaron una línea de tres cuartos de lujo, de la que pretendían servirse para resolver el partido lo antes posible. Sin embargo, el plan no salió tal y como estaba previsto desde un principio. Al descanso el resultado era de empate a siete, pero la sensación era bien diferente. Si bien, los del Hortal empezaron dominando el partido, tras conseguir la primera anotación a los pocos minutos (ensayo de Balbín, 13'; transformación de Plumas), fueron los locales quienes se hicieron con la posesión del oval a medida que el reloj corría. El acoso, que se hizo constante sobre las tierras abisinas, en especial sobre aquellas que iban más allá de la 22, vino acompañado además de las numerosas infracciones que los dragones cometían, empecinados éstos en inmiscuirse en las infructíferas batallas que los 'rucks' ya perdidos ofrecían.
La marca de los tasmanos era cuestión de tiempo, de tanto, que casi no llega. Una melé a cinco metros de marca propia de los abisinios acabó por perderse entre las piernas del 8 de Boadilla, quien asaltó la línea de ensayo. Era la última jugada de la primera mitad (7-7). La reacción no se hizo esperar. Al descanso otra imagen poco usual tuvo lugar. El frío obligó a los presentes disfrutar del asueto dentro de las dependencias locales, y es que en rugby regional los escasos minutos de descanso se pasan siempre a la intemperie. Los dragones tomaban aire dentro del vestuario, mientras el cuerpo tocaba a arrebato.
Dicho y hecho, la segunda mitad fue un monologo abisinio. Apenas los jugadores del banquillo se habían vuelto a liar la manta a la cabeza (literal) para resguardarse de la rasca que hacía, Plumas daba inicio a su particular recital de carreras y desbordes. El engominado apertura del Hortal tiraba de velocidad y calidad para deshacer la defensa boadillense y en quince minutos invadía hasta en dos ocasiones la zona de marca local (7-21). A partir de ahí, se acabó el partido, el mejor estado físico de Hortaleza, los cambios se notaron, prevaleció sobre el de su rival, que acudía a la cita con lo justo.
No obstante, el objetivo no estaba todavía cumplido. La necesidad del bonus ofensivo para llegar al tramo final de la liga sin tener que lamentar aún más aquellos puntos que se fueron dejando por el camino del ascenso, fue el último acicate que mantuvo en alto el ritmo de los dragones. Pelut en dos ocasiones y Chef abultaron el marcador para los suyos. Pero si el tarzanesco centro del Hortal fue una presencia anómala en un encuentro del segundo equipo, -no sabemos si otros clubes buscan centros, pero con los de Chencho siempre será bien recibido- la aparición final de Chewaka para cerrar el resultado no lo fue menos. Nuestro alabardero particular se reivindicó con un ensayo en la última jugada para iniciar así con buen pie el año nuevo y mostrar a los técnicos que su sitio está en este equipo.
Alineación: 1. Cuenca (17. Patxi, 55'), 2. Pakirrín (16. Alexón, 70'), 3. Chenco (c); 4. Josu (19. Daver, 45'), 5 Brasas (18. Maño, 60'); 6. Tamim, 7. Andrés, 8. Chef; 9. Pelusa (m.m) (21. Víctor, 55'), 10. Plumas (ap.); 11. Tobi (22. Chewaka, 50'), 12. Pelut, 13. Balbín, 14 Peluki; 15. Hobbit.
Resultado final: Tasman Boadilla 'B' 7 - XV Hortaleza 'B' 41 (b)
Anotadores: Plumas, 14 puntos; Pelut, 10 ptos; Balbín, 5 ptos; Chef, 5 Ptos, Chewaka, 5 ptos, Peluki, 2 ptos.
Fotografías: Laura Ozcoz
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