El XV venía con la brisa a favor tras haberle ganado al CRC la jornada anterior. Olímpico, que también se recreaba en la derrota de su vecino ante los hortalinos, buscaba una victoria o, al menos, recuperar el punto bonus que salió volando en su partido contra Arquitectura. Para ambos era un partido de tránsito, pero podía hacer virar su rumbo si no eran capaces de cazar el viento con el trapo adecuado. Y sí, si no lo habiáis notado ya, hacía un viento de tres pares de cojones... (14-41)
Pese a que no estaba en los planes del equipo, los de Marcos comenzarón con el viento a favor. Desde luego supieron aprovechar el barlovento, pues en los primeros suspiros del partido ofrecieron un verdadero vendabal de ensayos a los sufridores que se dignaron a asistir al Valle de las Cañas en un día tan poco generoso. Aprovechando los errores del rival, intentando jugar rápido y afuera, y recurriendo a los recursos que ya tienen asimilados, los de Oti consigueron el bónus antes de llegar al descanso. No es que los abisinios arrasaran como un huracán sobre el equipo local, sino que se sirvieron de ráfagas de juego enlazado para conseguir sus puntos (0-36). En la primera parte, los abisinios sembraron el viento necesario para recoger la tempestad que les golpearía después.
En la segunda mitad, con el viento en contra, parece que a los dragones les pasó eso que les pasa a los gaditanos cuando sopla el levante: se enturbia el juego, hay pereza por placar, desgana de verticalidad y cada uno vaga desorientado por su cuenta, como queriendo llegar rápido a ponerse a cobijo del siroco. Tanto es así que, a todo trapo y vela hinchada, Olímpico consiguió dos ensayos seguidos (14-36). Ni siquiera así, Hortaleza se decidía a soltar la jarcia de la arboladura y partir hacia el ensayo. Cualquier metro que avanzaba por juego individual lo retrocedía por indisciplina colectiva. Los Otiboys vivieron tendidos en su 22 casi toda la segunda parte, como con miedo a que se les volara la ropa. De hecho solo aflojaron sus amarres cuando los juveniles, que por fin subían a senio,r se desataron en una jugada que culminó Ferracha con una carrera por la touch izquierda del ataque rastafari (14-41).
En la segunda mitad, con el viento en contra, parece que a los dragones les pasó eso que les pasa a los gaditanos cuando sopla el levante: se enturbia el juego, hay pereza por placar, desgana de verticalidad y cada uno vaga desorientado por su cuenta, como queriendo llegar rápido a ponerse a cobijo del siroco. Tanto es así que, a todo trapo y vela hinchada, Olímpico consiguió dos ensayos seguidos (14-36). Ni siquiera así, Hortaleza se decidía a soltar la jarcia de la arboladura y partir hacia el ensayo. Cualquier metro que avanzaba por juego individual lo retrocedía por indisciplina colectiva. Los Otiboys vivieron tendidos en su 22 casi toda la segunda parte, como con miedo a que se les volara la ropa. De hecho solo aflojaron sus amarres cuando los juveniles, que por fin subían a senio,r se desataron en una jugada que culminó Ferracha con una carrera por la touch izquierda del ataque rastafari (14-41).
OLÍMPICO 'B' 14 - XV de HORTALEZA 41 (B)
ALINEACIÓN: 1. Cuenca, 2. Ewok, 3. Julián, 4. Villa, 5. Brasas, 6. Bernardo, 7. Gonzalo, 8. Marcos, 9. Bode, 10. Pelut, 11. Tintín, 12. Fran (de los Carrión de Iniesta), 13. Leo, 14. Magia, 24. Hobbit, 16. Paquirrín, 17. Patxi, 18. Daver, 19. Ferrazza, 20. McFly
No hay comentarios:
Publicar un comentario