"Los milanos han bajado para verlo.
Las hormigas negras han subido para enterarse de ello.
Hay una gran asamblea en su honor.
No tengo un trozo de tela con que taparme.
Los milanos verán que estoy desnudo.
Me da vergüenza encontrarme con tanta gente.
Prestadme vuestro abrigo, Shere Kahn.
Prestadme vuestro vistoso abrigo a rayas,
para que pueda ir a la Roca del Consejo".*
La segunda camada del XV Hortaleza arribó este fin de semana a las tierras del líder de la categoría. Un flamante Rugby Alcorcón, que había conseguido hasta la fecha de marras hacer de sus dominios tierras inexpugnables. Una selva virgen, de cuyas profundidades ningún otro expedicionario ha conseguido salir vivo esta temporada. Alguna vez se habían escuchado rugidos de desaprobación, agudas quejas que ansiaban desafiar el banquete que los tigres se servían a costa del resto de manadas de la tercera regional, pero el poderío del félido rayado en la espesura de su territorio hizo imposible cualquier conato de reivindicación.
El dragón ya lo intentó en su cueva, su caza se frustró en el último minuto, incluso pudo ser devorado, pero ahora, erguido en toda su estatura, agitó sus alas removiendo aquel agreste barrizal indeciblemente vivo, pero sin embargo, a la vez muerto. Como si el tiempo no hubiera pasado. Como si aquella tarde de noviembre en la cueva del dragón hubiese experimentado un impasse repentinamente prolongado, salieron ambas manadas. El frenesí final de aquel episodio continúo cuarenta minutos más, los de una primera parte entusiasta con un ensayo cada cinco minutos aproximadamente. Una locura de puntos para más jubilo de la grada y taquicardia de los técnicos, que acabó en un 17-22, que se frenaría en seco a los tres, cuatro, minutos de la segunda mitad con el ensayo postrero de Borja (17-29).
Alcorcón marcó al dragón y al resultado primero. No se habían cumplido los primeros diez minutos y el festival daba comienzo. El apertura local se cobraba un golpe de castigo a pocos metros de la zona de ensayo del dragón, amagando a su defensor para colarse por el cerrado y posar casi bajo palos. Marca y patada fácil (7-0). La reacción de Hortaleza no se hizo esperar y tras cobrarse varias ventajas, llegaría la respuesta de Plumas después de que se hubieran relanzado anteriormente a los delanteros para abrir el hueco. Convertía Pira (7-7). Cinco puntos más sumaban los locales cuando de una 'touch' a pocos metros gestaron un 'maul' que se colaba sin freno en marca (12-7).
El meollo para Hortaleza estaba fuera de los agrupamientos y del juego cerrado. Los centros y terceras del Hortal hacían mucho daño a la defensa atigrada, a la que después le costaba reajustar su posición cuando el XV abría el juego para las carreras de sus alas. Rosales empataba así desde la cal (12-12). Pero los tigres no perdonaban una y hacían pagar caro al rival sus fallos. Un error en el pateo de Plumas, por lo centrado que fue, armó el contragolpe de Alcorcón para su tercer ensayo (17-12). Sería el propio engominado tres cuartos abisinio quien igualaría el choque pocos minutos después (17-17).
A remolque durante gran parte de la primera mitad, Hortaleza rompió la cadencia natural del partido y se adelantaba por primera vez con ensayo de Tobi tras atrapar una buena patada al hueco de Pira (17-22). A partir de entonces, los dragones se hicieron con el partido, dejaron sin bonus de cualquier tipo a los locales, y placaron todos los intentos que éstos hicieron por arañar algún punto más.
Al poco de llegar del descanso, el zarpazo definitivo a las aspiraciones del líder. Melé a favor de Hortaleza en su campo, el oval, tras pasar por los medios, llega a Antón que se recorre casi medio campo y cede el testigo del mismo a Borja, el más rápido de los delanteros en acudir al apoyo (17-29). Intentando reaccionar, los tigres empleaban los métodos propios de los de su especie: con las garras en ristre acuchillaban e intentaban desgarrar con sus poderosas mandíbulas los escamosos costados del dragón. Rodaron por el barro violentamente hasta el punto de que Óscar tuvo que emular a Mayweather cuando uno de los grandes gatos le dio por emplearse por debajo del reglamento y por encima del lomo plateado de Pakirrín.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la fiereza local se fue apagando; con menos fuerza cada vez, hundían sus garras en unos orgullosos dragones que habían hecho de sus escamas férreos escudos. Al final, tras su desolador paso, Hortaleza se erigió sobre el yermo del que era extranjero. Con su triunfo, refuerza su segunda plaza en la clasificación y acecha un poco más a Alcorcón, ahora solo a cuatro puntos de distancia.
Alineación: 1. Alesón (16. Pakirrín, 50'), 2. Chencho (c), 3. Maño; 4. Borja, 5. Brasas (18. Daver, 50'); 6. Bernardo, 7. Chef, 8. Andrés (20. Pumuki, 60'); 9. Pelusa (m.m) (21. Óscar, 55',) (A), 10. Pira (ap.); 11. Tobi, 12. Plumas, 13 Antón, 14. Rosales (22. Martins, 72'); 15. Dosser.
Resultado final: Rugby Alcorcón 17 - XV Hortaleza B 29 (b).
Anotadores: Plumas, 10 puntos; Pira, 4 ptos; Rosales, 5 ptos; Tobi, 5 ptos; Borja, 5 ptos.
El dragón ya lo intentó en su cueva, su caza se frustró en el último minuto, incluso pudo ser devorado, pero ahora, erguido en toda su estatura, agitó sus alas removiendo aquel agreste barrizal indeciblemente vivo, pero sin embargo, a la vez muerto. Como si el tiempo no hubiera pasado. Como si aquella tarde de noviembre en la cueva del dragón hubiese experimentado un impasse repentinamente prolongado, salieron ambas manadas. El frenesí final de aquel episodio continúo cuarenta minutos más, los de una primera parte entusiasta con un ensayo cada cinco minutos aproximadamente. Una locura de puntos para más jubilo de la grada y taquicardia de los técnicos, que acabó en un 17-22, que se frenaría en seco a los tres, cuatro, minutos de la segunda mitad con el ensayo postrero de Borja (17-29).
Alcorcón marcó al dragón y al resultado primero. No se habían cumplido los primeros diez minutos y el festival daba comienzo. El apertura local se cobraba un golpe de castigo a pocos metros de la zona de ensayo del dragón, amagando a su defensor para colarse por el cerrado y posar casi bajo palos. Marca y patada fácil (7-0). La reacción de Hortaleza no se hizo esperar y tras cobrarse varias ventajas, llegaría la respuesta de Plumas después de que se hubieran relanzado anteriormente a los delanteros para abrir el hueco. Convertía Pira (7-7). Cinco puntos más sumaban los locales cuando de una 'touch' a pocos metros gestaron un 'maul' que se colaba sin freno en marca (12-7).
El meollo para Hortaleza estaba fuera de los agrupamientos y del juego cerrado. Los centros y terceras del Hortal hacían mucho daño a la defensa atigrada, a la que después le costaba reajustar su posición cuando el XV abría el juego para las carreras de sus alas. Rosales empataba así desde la cal (12-12). Pero los tigres no perdonaban una y hacían pagar caro al rival sus fallos. Un error en el pateo de Plumas, por lo centrado que fue, armó el contragolpe de Alcorcón para su tercer ensayo (17-12). Sería el propio engominado tres cuartos abisinio quien igualaría el choque pocos minutos después (17-17).
A remolque durante gran parte de la primera mitad, Hortaleza rompió la cadencia natural del partido y se adelantaba por primera vez con ensayo de Tobi tras atrapar una buena patada al hueco de Pira (17-22). A partir de entonces, los dragones se hicieron con el partido, dejaron sin bonus de cualquier tipo a los locales, y placaron todos los intentos que éstos hicieron por arañar algún punto más.
Al poco de llegar del descanso, el zarpazo definitivo a las aspiraciones del líder. Melé a favor de Hortaleza en su campo, el oval, tras pasar por los medios, llega a Antón que se recorre casi medio campo y cede el testigo del mismo a Borja, el más rápido de los delanteros en acudir al apoyo (17-29). Intentando reaccionar, los tigres empleaban los métodos propios de los de su especie: con las garras en ristre acuchillaban e intentaban desgarrar con sus poderosas mandíbulas los escamosos costados del dragón. Rodaron por el barro violentamente hasta el punto de que Óscar tuvo que emular a Mayweather cuando uno de los grandes gatos le dio por emplearse por debajo del reglamento y por encima del lomo plateado de Pakirrín.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la fiereza local se fue apagando; con menos fuerza cada vez, hundían sus garras en unos orgullosos dragones que habían hecho de sus escamas férreos escudos. Al final, tras su desolador paso, Hortaleza se erigió sobre el yermo del que era extranjero. Con su triunfo, refuerza su segunda plaza en la clasificación y acecha un poco más a Alcorcón, ahora solo a cuatro puntos de distancia.
"Solo me falta vuestro abrigo para cumplir mi palabra.
Con el cuchillo que usan los hombres...
Con el cuchillo de cazador me agacharé a recoger mi regalo.
Sois testigos de que Shere Kahn me ofrece su abrigo.
¡Mirad! ¡Mirad bien, lobos!
Toda la selva sabe que he matado a Shere Kahn".*
Alineación: 1. Alesón (16. Pakirrín, 50'), 2. Chencho (c), 3. Maño; 4. Borja, 5. Brasas (18. Daver, 50'); 6. Bernardo, 7. Chef, 8. Andrés (20. Pumuki, 60'); 9. Pelusa (m.m) (21. Óscar, 55',) (A), 10. Pira (ap.); 11. Tobi, 12. Plumas, 13 Antón, 14. Rosales (22. Martins, 72'); 15. Dosser.
Resultado final: Rugby Alcorcón 17 - XV Hortaleza B 29 (b).
Anotadores: Plumas, 10 puntos; Pira, 4 ptos; Rosales, 5 ptos; Tobi, 5 ptos; Borja, 5 ptos.
Fotografía (de archivo): Andrea Torrecillas Santos.
*Canción de Mowgli, El Libro de la Selva, de Rudyard Kipling.
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