La vuelta al cole en 80 minutos. XV Hortaleza 69 (B) - 7 Cisneros Theta

Este deporte tiene la virtud de regalarte de vez en cuando una sensación que pensabas perdida en el tiempo. Todos los fines de semana notamos la emoción del ensayo, la excitación cuando notas sobre tu hombro como el rival se despega del suelo y escuchas a la grada levantarse, la ansiedad de ver el vuelo del balón cuando una jugada que lleva tu nombre, etc. El sábado cada uno pudo experimentar la suya, pero yo me quedo con una sensación diferente, alentadora y algo melancólica. La de verme rodeado por un grupo de muchachos ansiosos por darse de cabezazos, junto a compañeros a los que ya se les notan los partidos en las arrugas.

Fotorreportaje de José Luís Hernández Sanz

Es un curioso patetismo que te retrotrae a tus inicios sobre el barro. Cuando todo el mundo era más grande y más mayor que tú. Cuando, a pesar de ser un partido más, para tí era la oportunidad de jugar con los jugadores el primer equipo. Cuando sentías la necesidad de demostrar tu coraje en cada carrera, en cada balón, en cada contacto… Porque querías que te sintieran como a un jugador senior más, como el primero de toda una pléyade de jugadores que empiezan por tí y acaban en el más remoto y enjuto lince del club.

Luego te das cuenta de que desde tu perspectiva no puedes verte, desde tu posición escópica son todos jóvenes y lozanos, tanto los de tu equipo como los del contrario. Sólo tienes que distanciarte un poco y ser consciente de que tú no formas parte de esa descripción. No es algo que tenga que martirizarte. Siempre puedes girar la cabeza y ver que detrás o a tu lado aún queda gente que lleva más años de oval que tú, que se le notan más los partidos en las canas, en los achaques y en los gestos sobre el cesped. Todavía hay un Pastelito, un Gonzalo, un Patxi e incluso un Bodelón que te hacen sentir aquel juvenil que aún puedes seguir demostrando cosas y que aún tiene una rosa de los vientos en donde mirar su rumbo en el rugby.

El partido no era trascendental para la liga. Enfrentaba al segundo contra el último de la categoría. De hecho, si alguno de los escudos se jugaba algo era el XV de Hortaleza, que tiene que tomarse cada partido como una final si quiere coger al CRC. Aun así, en rugby siempre hay algo diferente por lo que jugar. En este caso, lo singular era que tanto el equipo del cole como los dragones habían incluido en la convocatoria a muchos de sus juveniles. No sé podía decir que para ellos fuera un encuentro contra desconocidos. Por eso era también un partido especial. Era la oportunidad para los juveniles de Hortaleza de cobrarse las duras derrotas que han ido sufriendo a lo largo de su incubación como dragones.

El partido no fue especialmente atractivo. Apenas había comenzado el partido y la delantera de Hortaleza ya se había hecho notar con un ensayo (5’ Marcos, conversión de Pira). Acto seguido, y como si se tratará de un duelo entre delanteros y tres cuartos, la línea del XV consiguió otros cinco puntos después de una hiperbólica patada de Paste (12’ Pelut, transformación de Pira). Sólo cuando Hortaleza obtuvo su punto bonus ofensivo (20’ Bodelón, trasformación de Pira y 24’ Leo, transformación de Pira) se pudo ver a ese Cisneros con los arrestos que da entrenar con jugadores de División de Honor y Primera Nacional. Da igual que sean el tercer equipo, conservan esa chispa en la línea que identifica a todas las categorías de Cisneros. Fue así como obtuvieron su único y honroso ensayo del partido. Después de una falsa cruz consigueron llegar a 22 local y tras unos cuantos cabezazos conquistaron el ‘in goal’ de Hortaleza entrando a través de los ‘postres’ del ruck (27’, transformado). No hubo tiempo para la desazón en el equipo de Oti que en seguida se resarció con otros dos 'tries' (31’ Gonzo, transformado por Pira y 39’ Pelut, sin conversión).

La segunda parte no varió mucho más y si lo hizo fue en beneficio del equipo de casa. Sin hacer grandes alardes de juego empezaron a caer los ensayos (50’ Magia, sin conversión). Cisneros Theta hacía lo que podía pero en su empeño por robar el balón caía constantemente en la infracción. De hecho tuvieron que aguantar los vuelos de los dragones con uno menos por tarjeta amarilla, apenas iniciada la segunda parte. Si antes el XV de Kiko había encontrado el desborde por el alá, con uno más para atacar el desborde se convirtió en avalancha. Así llegaron cuatro ensayos seguidos (54’ Alex, sin conversión; 59’ Ñigo, sin conversión; 66’ Alex, transformación de Abad y 71’ Villa, transformación de Abad). No hubo tiempo para mucho más. El partido seguía con la misma tónica, Cisneros intentándolo y el XV aprovechando cada ocasión para hacer daño al rival. Con estas llegamos a pitido final.

No quisiera forzar analogías, pero el partido evocaba un poco al mito de Ganímedes. La fábula cuenta que el efebo Ganimedes, un héroe troyando hijo del rey de Laomedonte, se convirtió en copero de los Dioses después de que Zeus le raptara enviando a su ave fénix. El dios del Olimpo lo quería como su erómeno (para los de la ESO: para que le hiciera compañía con todo su cariño) y su copero particular. Hasta aquí el mito. Y ahora pregunto yo ¿Cuántas veces los pilares o los veteranos del equipo no han reclamado para sí el terso trasero de un juvenil? ¿Acaso no hemos bajado al dragón para secuestrar a los jugadores más vistosos del XV de Yankee y Chiki? ¿Quién no ha usado nunca a un juvenil como copero particular? ¿No han sido héroes en este partido? ¿No lo serán cuando alcancemos a CRC?

RESULTADO FINAL:  XV Hortaleza 69 (B) - 7 Cisneros Theta

ALINEACIÓN: 1. Alex, 2. Patxi (18. Fer), 3. Kiko, 4. Borja (19. Abad), 5. Marcos, 6. Josu, 7. Villa, 8. Gonzo, 9. Bodelón, 10. Pira (21. Pepe), 11. Magia (22. Plumas), 12. Pelut, 13. Ñigo, 14. Leo, 24. Pastelito 

SUPLENTES 16. Yankee, 17. Muñeco, 18. Fer, 19. Abad, 20. Roldán, 21. Pepe, 22. Plumas, 23. Parra