En el ‘Cantar de los nibelungos’, un poema épico de la literatura germánica, se cuenta la historia de un héroe que al bañarse con la sangre de un dragón se hacía inmune a las heridas y su dermis se protegía por una impenetrable dureza. En la tradición celta también se cuenta que los dragones pasaban a ser astros una vez cumplida su etapa terrenal y ya el Urano se hacían privilegiados testigos y guardianes de su clan. Por eso no se trataba de un partido sin más. El encuentro transcendía de lo puramente telúrico. No era un encuentro era, más bien, un reencuentro.
Estas historias no dejan de ser mitos o parábolas simbólicas. Aun así, durante todo el fin de semana, la cueva del dragón parecía estar sumida por un aura diferente. No era duelo, era la sensación de que el equipo del hortal estaba jugando con 16. Es más, la alineación iba del 1 al 16. Sin embargo, el 15 ocupaba un lugar privilegiado. No estaba en el verde. Se encontraba en el centro de la bandera etíope del XV en el centro de la grada, se hallaba también en el negro color de las camisetas de Hortaleza y, por encima de todos, yacía en un lugar de honor junto al resto de dragones que ahora son estrellas. Viviendo el partido como siempre pero desde una perspectiva cenital.
Era el último choque de la primera vuelta. El XV de Hortaleza y Veterinaria volvían de las pascuas con ganas de sellar de la mejor manera la primera parte de la liga. Los verdes querían resarcirse de la indigestión de puntos de su último partido ante el líder con una buen papel. Los hortalinos, por su parte, no estaban dispuestos a regalar ninguna victoria ahora que se veían capaces de ocupar los lugares de honor de la tabla clasificatoria. Ambos cumplieron su papel a rajatabla en los primeros instantes del encuentro. Veterinaria se mostraba firme ante las acometidas del rival y valiente con sus propias embestidas. Hortaleza, a su vez, se mostraba impreciso en el juego desplegado pero muy conservadores y seguros cerca de los agrupamientos.
Toda esta disposición de fuerzas acabo por estallar con la primera melé, cuando el equipo capitaneado por Kiko arrolló al rival con el primer empuje contundente que tuvieron la oportunidad de disfrutar los gorditos etíopes. Esta acción acabo por desequilibrar el partido. Veterinaria parecía empeñado en usar a su paquete como ariete para llegar a la zona de marca rival. Un esfuerzo infructuoso ante una delantera tan segura como la del XV. En el juego abierto, por otro lado, los buenos ataques y contrataques a la mano de los dragones eran atajados de manera sobresaliente por los veterinarios, que hicieron gala de bonitos placajes in extremis sobre el banderín. Una honrosa defensa que no pudo detener la las continuas ofensivas de los lepidosaurios.
Al final, el partido se resolvió con un justo 34-10 para los de casa que pudieron brindar su victoria a su eterno 15, Txema Merino.
Alineación: 15. Hobbit, 14. Leo (22. Jakson) , 13. Meji, 12. Pelut (21. Peluki), 11. Magia (20. Pulga) , 10. Raúl, 9. Pira (19. Bode), 1. Yankee (17. Alex), 2.Patxi (17. Soto), 3. Kiko, 4. Borja, 5. Brasas(18. Villa), 6. Ewok, 7. Gonzo, 8. Marcos.
Suplentes: 16. Soto, 17. Alex, 18. Villa, 19. Bode, 20. Pulga, 21. Peluki, 22. Jakson
Suplentes: 16. Soto, 17. Alex, 18. Villa, 19. Bode, 20. Pulga, 21. Peluki, 22. Jakson
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