El
cielo se deshacía a chaparrones sobre jugadores y aficionados. Todo
estaba dispuesto para que diera comienzo un encuentro de 'rugby
licuefacto'. Se trata de una modalidad de juego en la que los equipos
tratan de asegurar cada balón jugando muy cerquita de los agrupamientos,
sin casi usar el juego a la mano para no provocar a ese caprichoso
hueso de níspero en que se convierte el oval. La única manera segura de
ver correr a los sufridos tres cuartos es mediante el juego al pie. El
que mejor domine esas dos facetas del partido, provoque más errores en
el rival y asegure bien sus posesiones se suele llevar la victoria.
Hasta aquí la lógica del 'rugby licuefacto'.
Porque hay que recordar que este deporte no se practica con la cabeza, sino a cabezazos y con mucho corazón. Además siempre existen equipos extravagantes como el XV de Hortaleza que decide poner en marcha sus engranajes de juego, por primera vez en toda la temporada, en un día de rugby tan complicado como el que se presentaba en la última tarde sabatina.
Para empezar se encontraba ante un rival tan motivado como los amigos del Rugby Atleti. El equipo rojiblanco salió al campo con una gran convicción. Tanto es así que en los primeros compases del juego ya se habían hecho dueños del partido con un ensayo transformado y un golpe de castigo. Apenas había comenzado la contienda y los etíopes ya estaban en la tesitura de remontar diez puntos.Rugby Atleti tenía clarísimo cómo iba a jugar: a partir de una delantera con mucho oficio que acometida tras acometida, y al compás de los gritos de su afición, remaba para acercarse a las orillas del ingoal rastafari. A su vez, la línea colchonera hacía gala de quirúrgicas patadas cruzadas que buscaban poner en apuros a la zaga del XV.
Hortaleza,
por su parte, con una personalidad que apenas se le había visto en la
liga, se basaba en el juego en continuidad para intentar salir a flote
en el partido. Poco a poco, los chicos capitaneados por Kiko consiguieron tejer algunas jugadas a partir del off-load, lo que les sirvió para ganar terreno, confianza y sus primeros 5 puntos.
La única manera que tenían los dragones para remontar el partido era
seguir con su propio ritmo de juego. Algo que sabía muy bien el equipo
rival, que tuvo que cometer varios golpes tácticos para aminorar la
marcha del partido.
Estabamos en el ocaso del primer tiempo y el Atleti se quedaba con uno menos. Pero no iba a acabar ahí la cosa, porque al XV de Oti aun le dio tiempo a aprovecharse de su superioridad numérica para conseguir un ensayo por la vía del pick&go, que a la postre transformaría Pastelito para poner a los dragones por delante en el marcador.
Estabamos en el ocaso del primer tiempo y el Atleti se quedaba con uno menos. Pero no iba a acabar ahí la cosa, porque al XV de Oti aun le dio tiempo a aprovecharse de su superioridad numérica para conseguir un ensayo por la vía del pick&go, que a la postre transformaría Pastelito para poner a los dragones por delante en el marcador.
El
segundo tiempo dio comienzo con un carrusel de cambios por parte de
ambas escuadras. Las condiciones climáticas eran muy exigentes para los
jugadores y, poco a poco, las secuelas físicas empezaron a aflorar. En
ese juego de bajas y degaste, el XV de Hortaleza tenía las de ganar,
pues ha demostrado durante toda la temporada ser un equipo diesel que
siempre comparece con el pulmón de su parte. De esta manera,
sin muchos alardes de juego y viviendo en el medio campo, los conjuntos
intentaban arañarle puntos al partido mediante lanzamientos a palos.
Ninguno de los dos pateadores se mostró acertado en esta lidia y los
equipos volvieron a la más noble lucha por el ensayo.
Con delanteros de refresco parecía que el equipo negro se mostraba más cómodo en las fases estáticas y se pudieron ver bonitos maul
de varios metros de recorrido. Así nació el tercer ensayo. Pese a todo,
el juego de continuidad y al pie seguía siendo la manera que había
encontrado el XV de salir de su campo y fue precisamente después
de dos grandes jugadas al pie de Abad, cuando Leo aprovecho su ‘sprint’
lagartero para posar la almendra en la zona de ensayo. Esa
conexión efébica se convertiría en los últimos puntos del partido y en
la justa recompensa de un bonus ofensivo tan importante para los de
casa.
Entretanto el cielo de terrible rugido empiezaa llenarse, sigue una tormenta mezclada con granizoy el séquito tirio, dispersado, y la juventud troyanay el dardanio nieto de, Venus asustados buscaronlos techos de todos los campos; ríos bajan corriendo del monte.A la misma gruta Dido y el caudillo troyanoacuden. La Tierra, la primera, y Prónuba Junodan la señal; brillaron los fuegos y cómplice el airedel casamiento en su alta cumbre ulularon las Ninfas.(VIRGILIO. La Eneida. Liber IV. 160-168)
Resultado final: XV de Hortaleza 22 (b) - 10 Rugby Atleti
Alineación: 24. Hobbit, 14. Magia (21. Pulga), 13. Bode (20. Abad), 12. Pelut, 11. Paste, 10. Leo, 9. Peti, 1. Paquirrín (16. Alex), 2. Soto (17. Patxi), 3. Kiko, 4. Borja (19. Josu), 5. Villa, 6. Ewok, 7. Gonzalol (18. Termi), 8. Marcos.
Suplentes: 16. Alex, 17. Patxi, 18. Termi, 19. Josu, 20. Abad, 21. PulgaPulga
Suplentes: 16. Alex, 17. Patxi, 18. Termi, 19. Josu, 20. Abad, 21. PulgaPulga
Texto: Señor Panderola y Bea Márquez
Imágenes: José Luís Hernández Sanz
Imágenes: José Luís Hernández Sanz
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