jueves, 25 de diciembre de 2014

Xusso Ecoro: "El rugby me ha enseñado que por mucho que te caigas, hay que hacer lo imposible por levantarse"

Carlos Solla (izda) y Xusso Ecoro (dcha).

Xusso Ecoro (Malabo, 1984) es un tipo que se ha rehecho a sí mismo. Habla con la paz del converso, con cierta autoridad moral que le confiere el hecho de haber vuelto renovado tras su caída a las profundidades del alma humana. "Sentí que todo aquello que tenía bajo mi piel, tanto lo físico como lo emocional, se comprimía para luego desaparecer". Quien en su día tuvo, y tiene, que pagar con la cárcel sus excesos emocionales y físicos, hoy es un referente entre sus compañeros por su mesura, su nobleza y su sacrificio; las cualidades de todo buen capitán de rugby, cargo que ostenta, aunque ya por poco tiempo, en la Escuela de Rugby Madiba del penal de Estremera. Una nueva oportunidad está a punto de esperarle fuera.

En el momento que se transcribe esta entrevista, y mientras Xusso, tras varios años de trabajo y reinserción disfruta de un permiso navideño, ve junto a su hija dibujos animados en televisión, Josep Luis Núñez, expresidente del F.C. Barcelona, y su vástago, han recibido el tercer grado después de poco más de un mes entre rejas por sobornar a inspectores de Hacienda a cambio de que hicieran la vista gorda ante las irregularidades de sus empresas. Para que luego digan que no existen las clases sociales.

¿Qué tal están yendo fuera estos días de permiso?
Pues evidentemente mucho mejor que dentro. Esto es posible gracias al esfuerzo de todos los que no han perdido la fe en mi, a pesar de mis continuos fallos, ya que han logrado que mi vida en el exterior sea totalmente estable y satisfactoria, especialmente mi pareja y mi hija.

¿Qué tal tu familia?
A pesar de las circunstancias puedo estar tranquilo porque sé que mi familia se encuentra bien y se puede decir que nos vamos conociendo mejor, ya que han pasado más de 6 años desde que entré en prisión y no es lo mismo convivir a diario que verse a través de un cristal 40 minutos o en vis a vis de 2 horas. Todos hemos y continuamos madurando con el paso del tiempo porque cuando entré en la cárcel mi mujer tenía 24 años al igual que yo y nos queda poco para cumplir los 31, por eso gracias a los permisos y a mi progresión de grado tengo la oportunidad de ir enmendando los errores cometidos hasta lograr darles lo mejor de mí.

¿Os llegan noticias de la situación de crisis económica y social que se está viviendo fuera?
A través de los medios de comunicación, nuestro entorno social, y los pocos días que salimos de permiso, estamos al día de lo que estáis viviendo, pero no es lo mismo oírlo o verlo por la tele que vivirlo 24 horas. A nivel personal me crea impotencia no poder estar ahí fuera junto a los míos para poderles ayudar, pero son las consecuencias de mis malas decisiones las que me han llevado aquí, me queda poco para poder salir y aportar mi pequeño granito de arena, porque ya dispongo de una oferta de empleo. Resulta extremadamente triste que no todo el mundo disponga de las mismas oportunidades y encima que unos pocos se lleven lo de todos. Me parece vergonzoso.


"Estoy estudiando para sacarme el bachillerato porque estando fuera no estudiaba ni aunque me pagasen"


Fuera hay mucha gente que lo está pasando mal, desempleo, recortes sociales... ¿Cómo os afectan los recortes a vosotros? ¿Estáis notando la falta de recursos?
En la alimentación, en las actividades y en la atención sanitaria. Con deciros que el médico ahora lo soluciona todo con paracetamol, antes por lo menos lo hacía con ibuprofeno (risas).

Escuela de Rugby Madiba vs. XV Hortaleza (diciembres 2013).

¿Cómo son los días en la cárcel?
Los días aquí dentro son muy rutinarios, yo personalmente además de entrenar como un animal, estoy estudiando para sacarme el bachillerato porque estando fuera no estudiaba ni aunque me pagasen. Hace tiempo pude comprobar que me podía sacar el graduado escolar con mucha facilidad, ya que solo era cuestión de atender y querer, me gusta leer todo lo que pueda aportarme algún tipo de reflexión y de vez en cuando, pero muy de vez en cuando, logro disfrutar de una conversación productiva y coherente con alguien. Esos pequeños momentos me hacen crecer como persona. Desgraciadamente resulta difícil hablar con gente que no pretenda demostrar algo.

Eres capitán de la Escuela de Rugby Madiba por tu personalidad y el excelente ejemplo que das ante tus compañeros dentro y fuera del campo, ¿sientes esa responsabilidad?
La siento sobre todo cuando las cosas se calientan y sabes que es tu responsabilidad hacer entender que es normal que uno se caliente, pero que nada justifica ningún tipo de agresión. Aquí dentro, el que más o el que menos, está por haber hecho algo malo y siempre se espera de mi que sepa mantener el nivel tanto asertivo, como de tolerancia necesario, para que continuemos disfrutando de esta forma de vida.

¿Qué simboliza Nelson Mandela para vosotros?
El cambio, el olvido de los prejuicios, la lucha y el esfuerzo recompensado. No hay nada que nos motive más en nuestra situación que Don Nelson Mandela.

¿Habías jugado al rugby antes de entrar a prisión?
Nunca había jugado antes, solo a boxeo, fútbol y baloncesto. Hay que agradecer al míster que sin tener ninguna obligación se molestó en dedicarnos su tiempo y paciencia. La escuela me ha dado la oportunidad de conocer un deporte con el que me siento totalmente cómodo, ya que siempre me han llamado más la atención los deportes de contacto.

Xusso habla de Carlos Solla, un trabajador incansable del centro, jugador de Rugby Majadahonda y verdadero artífice de la Escuela de Rugby Madiba. Ha hecho de este equipo un lugar al que los presos acuden para sentirse libres unas horas a la semana. Aunque detesta los elogios, hay que aplaudir y agradecer su labor, por creer en la reinserción social de los reclusos y trabajar en ello pese a las trabas y defectos del sistema penitenciario. Sin su mediación, esta entrevista no hubiera podido realizarse.

¿Qué has aprendido del rugby? 
Yo acabaría antes diciendo qué no he aprendido del rugby, pero una de las cosas más importantes es la de apoyar y animar siempre a los tuyos y más cuando las cosas no salen como quieres. Además, el rugby me ha aportado disciplina para controlar mejor mis impulsos, lo cual puedo poner en práctica en mi vida cotidiana. La violencia no se resuelve con violencia y sobre todo, por mucho que te caigas, hay que hacer lo imposible por levantarse y seguir jugando. En el resto de facetas de la vida, más de lo mismo.

Cuando juego tengo la sensación de ir a la guerra pero no contra un enemigo, sino junto a compañeros que luchan por lo mismo, ganar por el objetivo de aprender más en cada partido y poder ser mejor en el siguiente.


En las inmediaciones del penal de Estremera

¿Crees que este deporte puede servir como herramienta de reinserción social? Estoy seguro de que el rugby es una herramienta que, en manos de un buen profesional, serviría para fomentar actitudes positivas entre los compañeros que se encuentran privados de libertad. Hay personas que nunca han perdido la fe en mi y siempre me han motivado para continuar mejorando, pero no hay ninguna actividad que fomente tanto los valores como el rugby. Es un deporte que además quita el estrés y te enseña a valorar y a ver las cosas de otra manera diferente a como estamos acostumbrados a verlas aquí en prisión. Puede ayudar a quien se deja ayudar, por lo que si uno se muestra serio cuando es necesario y sabe respetar igual al más fuerte como al más débil, se convierte en una manera de vivir sin límites.

El rugby es un deporte con un marcado carácter disciplinario, ¿te ayudó suponemos la experiencia que llevabas ya tras tu paso por el ejército?
Por supuesto, se puede decir que ha ampliado aún más mi nivel de disciplina. Hice la instrucción en Alcantarilla (Murcia) y me destinaron a Alcalá de Henares a la Brigada Paracaidista. Al principio fue duro por lo difícil que me lo pusieron las barreras sociales, pero con el tiempo vieron que además de ser disciplinado me esforzaba por ser mejor cada día, así fui asumiendo responsabilidades hasta lograr tener mi pelotón, ganándome la confianza de mis compañeros.


"El rugby me ha enseñado que por mucho que te caigas, hay que hacer lo imposible por levantarse. No hay ninguna actividad que fomente tanto los valores como el rugby"



Cuando salgas definitivamente, ¿tienes pensado ingresar en algún club, como ya hiciera Manuel en el XV de Hortaleza?
Yo deseo poder comenzar a entrenar y jugar con mucha más asiduidad, por lo que no veo el momento de salir de aquí para incorporarme a algún club que me siga enseñando mucho más. De todos modos, recuerdo que mi argentino favorito, Jorge 'El Oso' Chesa, me dijo que me llevaría a entrenar con él, desde aquí le recuerdo que no se me ha olvidado.

Nos dicen que en tu cuarto tienes una foto con Pipo y Chencho, ¿sabes que ni en su casa tienen fotos de ellos?
No la tengo en el cuarto, que me mosqueáis a la parienta (risas). Es importante destacar que para mí es todo un honor y una experiencia muy positiva el haber tenido la oportunidad de jugar contra ellos y comprobar cómo se dejan la piel en el campo, gracias a personas como ellos he aprendido que se puede ser bruto y técnico a la vez. Tuve la oportunidad de hacerme una foto con ellos y la tengo en mi puesto de trabajo, en el economato. Los internos que se acercan a comprar la ven y espero que les sirva para animarles a entrar en la Escuela.

¿Cómo es tu trabajo en el economato?
Es una pequeña tienda donde se venden productos de alimentación e higiene.

Has ayudado a muchos compañeros a controlar su agresividad, ¿verdad? ¿Utilizas lo que has aprendido en el rugby? 
El modo de vida rugbier siempre complementa mi ser, por lo que todo lo que aprendo en el campo lo aplico a mediar o a intentar hacer recapacitar a otros compañeros.

En realidad, pienso que más bien me ayudan ellos a mi, ya que no soy una persona que acostumbrara a resolver los conflictos dialogando y eso me ha llevado a tener 12 años y medio de condena. Cuando me encuentro con otro que se comporta de manera irracional, como lo hacía yo antes, me pongo como ejemplo. 

Estando aquí he perdido a mi madre además de a otros familiares, me he perdido el nacimiento de mi hija y la he visto crecer a través de un cristal. Podría seguir y no acabar. Si el compañero es sensato se da cuenta de que en este sitio, como en el mundo exterior, por las malas se acaba perdiendo. Los recuerdos de aquellas personas y momentos de mi vida que me he perdido, y que ya jamás volveré a recuperar, me hacen mantener la guardia. No me engaño, sé que he avanzado mucho pero me queda más por mejorar.


Jugadores de la Escuela de Rugby Madiba

¿Cómo ves a tus compañeros y al equipo?
Con tanta gente que entra y sale es muy difícil llegar a hacer de todos uno solo, pero casi todos los que han pasado por la Escuela Madiba se han esforzado porque hoy seamos mejor de lo que éramos y eso se demuestra en los partidos, o si no, que se lo pregunten a los clubes que están viniendo a jugar con nosotros. Cada vez les cuesta más ganarnos. Tenemos compañeros que sin haber jugado nunca al rugby son capaces de hacer sudar a gente que lleva jugando toda la vida y eso es nuestra Escuela, ese afán de persistencia por aprender y luchar.


"He visto crecer a mi hija a través de un cristal. Por las malas se acaba perdiendo"


¿Sabes de casos en los que el rugby haya ayudado a tus compañeros?
No son pocos, sino muchos, y estoy seguro de que continuará ayudando y sirviendo de terapia a muchos más compañeros. Pienso que es una actividad que se debería fomentar en todos los establecimientos penitenciarios porque sé de compañeros que gracias a los entrenamientos y a los partidos han logrado controlarse y no hacer daño a los demás en situaciones conflictivas.

Sales en 2016, ¿qué te da fuerzas hasta entonces?
En primer lugar mi bendita y maravillosa familia, en segundo lugar el hecho de mi evolución como persona, lo cual motiva la tercera, que es el continuar aprendiendo para poder sacar lo mejor de mí y dar así lo mejor a los demás.

¿Cómo quieres que te recuerden una vez estés fuera?
Como un compañero que aprendió de sus cagadas y se esfuerza a diario para no formar parte de esas estadísticas que dicen que una vez que se entra en prisión ya no tenemos solución.



Fotografías: José Luis Hernández Sanz.

4 comentarios:

  1. Un gran capitan Y un gran amigo

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  2. Simplemente impresionante. Entre muchas cosas buenas que se pueden decir, simplemente decir que es un Gran Contrario, un ejemplo como Capitán, duro oponente y honesto jugador. Enhorabuena Rugbier es un honor jugar contra ti. Un abrazo, Javi López.

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  4. Gracias Xuso es un placer jugar con tigo con ganas de crecer como persona con tus limitaciones y con tus voluntades
    Grande capitán
    Un saludo Pitel

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