miércoles, 17 de diciembre de 2014

El XV busca su sitio. Sanse Scrum 22 - XV Hortaleza 7



Los del dragón volvieron a caer derrotados esta semana. En esta ocasión las astas del toro de Sanse Scrum se clavaron sin remedio en los escamosos costados de los chicos de Hortaleza, quienes a estas alturas, jamás habrían pensado que deambularían por zonas tan subterráneas de la clasificación (22-7).

Este sábado, el XV de Kiko estrenaba el sintético de Dehesa del Boyal con la esperanza de regalarse una victoria antes de la Navidad. Sanse, por su parte, llegaba al campo alegre, como un equipo con césped nuevo, con ganas de regalar una victoria a los aficionados que habían retado a las inclemencias del tiempo. No hubo mucha intriga. En seguida se supo qué equipo se iba a llevar la recompensa. Sólo había que ver cómo atacaba la tres cuartos hortalina y el bonito ensayo que marcaron los locales a los pocos minutos de iniciar el partido. Es verdad que los lagartos tenían más el balón y visitaban con mayor frecuencia el campo rival, pero era el equipo de casa el que conducía el oval con más peligro. Al poco, esta amenaza se tradujo en el segundo ensayo para Sanse. Hortaleza era un continuo quiero y no puedo (12-0).

La segunda parte no sería muy diferente. El XV lo intentaba, pero entre los errores de mano y la irrisoria contundencia de sus ataques poco podía hacer. Mientras tanto, el equipo cornúpeta se sentía cómodo y jugaba al 'tran-tran' esperando un error de su huésped para darle otra cornada al marcador. La precariedad en la convocatoria y los remiendos en la alineación tampoco ayudaban. Sanse le dio un repaso a Hortaleza en todo el encuentro pero sobre todo manejando los tiempos. Además, la defensa abisinia rendía honor al día y hacía aguas por el mismo centro del campo. Los de Oti se tuvieron que contentar con la honrilla de conseguir un ensayo y de evitar que el contrincante hiciera el punto bonus ofensivo (22-7).

Con la derrota en San Sebastián de los Reyes se llega al final de la primera vuelta. Es pues tiempo de hacer balance, incluso daría para hacer una genealogía de el cuarto puesto por la cola que ocupa el equipo del barrio esta semana. Ya decía Ortega que un historiador era un profeta del pasado, pero sin querer hacer una revisión de todo lo que ha deparado este periodo de competición, llegados a este punto, y teniendo en cuenta que no veremos jugar al primer equipo hasta bien entrado enero de 2015, es sano hacer un pequeño corolario de lo que está siendo el equipo esta temporada.

A estas alturas de la temporada sería necio pensar que la temporada esta siendo un éxito. En primer lugar los objetivos que se marcaron en la concentración son casi insalvables, ni los jugadores ni el cuerpo técnico han cumplido con lo que se propuso a principio de temporada. No parece que vayamos a ascender, desde la zona técnica se sigue vociferando con las decisiones del señor y, por consiguiente, no somos la imagen en la que debe mirarse el club y si lo somos la estamos emborronando a base de esputos.

Aún así, todavía es pronto para calificar de fracaso la temporada. El primer tramo de la misma ha tenido momentos importantes con, en principio, repercusión a largo plazo. En el primer equipo han entrado jugadores a los que no se esperaba por la fuerte competencia que existe en algunas posiciones y han demostrado su capacidad para llevar con nobleza el escudo del dragón. Ese es el mayor logro del XV, ahora y siempre, que nadie se haga pajas mentales con éxitos extraños (de las otras sí, que son muy sanas y gustosas). La temporada está abierta y los jugadores concienciados de la necesidad de replantearse la situación del equipo en la competición. Hay que salvar la categoría; hay que tomarse la revancha con el equipo más meritorio de toda la primera regional: Airbus; y, por último y por ese orden, hacer de matagigantes y ganar a cualquiera de los equipos que se encuentran en el top 5 de la clasificación. 


Fotografía (de archivo): José Luis Hernández Sanz.

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