miércoles, 3 de diciembre de 2014

Pucheros de ambición. XV Hortaleza 21 - Rugby Alcalá 26


De Marte las legiones invencibles
por la lujuria subyugadas fueron,
haciendo esclava a la ciudad augusta
que señora del mundo fue otro tiempo.
El lujo, la molicie y la lujuria
a Roma convirtieron
en lupanar y en centro de las orgías,
festines y banquetes opulentos.

'El Satiricón', de Cayo Petronio (14/27-66)

El senior volvió a caer derrotado este fin de semana por un ajustado 21-26, en esta ocasión ante el líder, Alcalá, y en su propia casa. Si nos quedáramos sólo con este lead podemos entender que Hortaleza, simplemente, obtuvo una derrota más en esta liga. Podemos pensar incluso que fue un gran resultado por el punto bonus defensivo, y porque se enfrentó y dio buena guerra en un partido propio de la copa de la clasificación. No sería descabellado tan siquiera pensar que este resultado refrenda al XV como candidato a esas posiciones de honor de primera regional. Pero en Campo de las Naciones la lectura fue otra...

El poso que dejó este partido es que Hortaleza no subirá tampoco este año a primera regional. Una posibilidad todavía lejana, igual de lejana que la de subir o descender, que se ve entre algunos integrantes hortalinos como un fracaso de la temporada. Bien es verdad que el objetivo de la mayoría para esta campaña era disputar el play-off a DHB, algo que da una idea de la gran ambición de este equipo. Pero los grandes retos pueden sumir en el más ocuro vacío de la cueva a un equipo que se deje de lado su intrínseca humildad. Un conjunto que ve como única motivación el mayor logro que se puede conseguir es, por supuesto, un conjunto ambicioso. Pero en cuanto el grupo no se ve más allá que la victoria como meta se corre el peligro de no atender a los hitos que nos marcan el camino. Y lo que es peor, podemos perdernos en la espesura o el vacío si nuestra mirada no alcanza el único punto sobre el que sostenemos nuestra orientación.

Pero la peor amargura que puede ver un jugador es el rostro de fracaso de un rugbier que apenas se ha dado sus primeros cabezazos con los mayores. Esos chicos que tienen que hacer grande a este club y quizás ser protagonistas de nuestras ambiciones no se merecen la desgracia que denotaban sus caras. Gente como Fionn, Bernardo, McFly, Rosales, Fede, Leo, Plumas, Abad,... son jugadores que se merecen todo el respeto de este equipo por batirse con el ímpetu con el que defienden el escudo que les empezó ver a jugar a rugby. Es injusto para ellos no darle más gloria, pero también lo es hacerles cargar con el peso de una derrota que para nada tenía porqué ser trágica. Los equipos humildes se hacen grandes aprendiendo de cada derrota, reconociéndose en el esfuerzo, disfrutando de cada impacto y vendiendo cara su piel.

En cabañas vivían y comían
sobre platos de barro en otro tiempo;
hoy en palacios viven suntuosos,
gastan vajillas de oro y alimentos
costosos, cual gallinas de Numidia,
pavos reales, cigüeñas, miel de Himeto
y vinos delicados.


Fotografía (de archivo): José Luis Hernández

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