viernes, 19 de febrero de 2021

"Es inevitable pensar en lo que ocurrió y en la suerte que tuve, pero espero que eso vaya despareciendo"

"Hemos vuelto como Skynet"

Que los chicos de Hortaleza, tanto el primero como el Rojo, lograran ganar un partido más de un año después no sido la mejor noticia que el club ha recibido esta semana. Juan Simón (Oviedo, 1989) volvió a pisar un campo de rugby tras su accidente de la temporada pasada. Sin hacer ruido y siendo paciente, el tipo ha aprovechado la pandemia para ponerse al día. 'Ha vuelto como Skynet', y ha traído un T-800 con más fuerza.

   La idea de 'Juansi' "eran cinco o diez minutos, o no jugar", pero Chencho parecía tener otros planes, que se vieron definitivamente adelantados con la lesión de Teigell. Así que en esas saltó otra vez a los campos de Hortaleza, en "un partido raro para volver", pues estaba en labores técnicas en el partido del senior femenino, lo que le impidió  llegar a tiempo al calentamiento. "Eso ayudó a no darle demasiadas vueltas a lo de entrar un poco de improviso".

   "Una vez dentro me concentré en hacerlo lo mejor posible. No tuve ningún pensamiento sobre lo que me había pasado. Sí es cierto que me quise ceñir a mi trabajo como segundo centro, mantenerme desplegado para abrir el juego"

   A mediados de noviembre, jugando con el Rojo, Juansi sufrió un golpe en la cabeza. Quedó un tanto conmocionado, pidió el cambio y se fue al tercer tiempo. El martes, un tanto mejor, bajó a entrenar, pero acabó mareado y tuvo que ir al hospital. "La cosa parece ser que el golpe en el partido me causó una disección en la carótida, al entrenar se soltó un coágulo y me provocó el ictus".

No hay Simón malo
   El calor de los suyos aquella noche, esperando en la sala de espera de un hospital hasta altas horas de la madrugada, fue lo que le hizo ser consciente de la gravedad de lo que había ocurrido, pero cierto miedo llegó más tarde, "cuando conviví siete días con otras personas que también habían pasado por lo mismo".

   "Quiero agradecer a todos los compañeros que estuvieron en el hospital esperando a que saliese del quirófano y a la gente que pudo pasar por el hospital a verme"

   Es agradable saber que, pese a que la familia del XV ha mostrado en más de una ocasión enconadas diferencias y que está formada por individuos de distinto pelaje, en momentos de índole como la que nos atañe en esta conversación supo estar a la altura.

   Algo más calmado después de las muestras de cariño de sus compañeros, utilizó aquella semana para reflexionar un poco más acerca de lo que había pasado y aunque prefiere no "darle demasiadas vueltas", reconoce que "a veces no es posible" y cuando sale "renqueante" de algún entrenamiento no puede evitar preocuparse y pensar en "la suerte" que tuvo.

    "Lo que pasó fue un mero accidente, que era posible pero no probable y por desgracia a mi me tocó. Así que siempre he intentado no obsesionarme con eso. Tengo que tener ahora mas cuidado.

   Así que, apunta, "la única gestión que hago es intentar acordarme solo del golpe a la hora de tomar la pastilla". Por lo demás, consciente de que la mente siempre divaga por caminos que le son ajenos a lo material, las aspiraciones de "volver a ser como antes" pasan por no precipitarse, pero tampoco detenerse, matiza.

El Rojo más vintage

   "Seguiremos avanzando en recuperarme del todo, atreverme a meterme mas de lleno en el contacto, perder el miedo a los golpes duros, tanto en la cabeza como en el cuello".

   Esa vuelta a la normalidad, a la que todos aspiramos en tiempos de pandemia, pero que en él adquiere doble significado. Así que utilizó el confinamiento que a tantos ha exasperado "para ir poco a poco volviendo a la actividad deportiva. Las videollamadas con Chencho y los cachorros de sub-18 para retomar la actividad física se volvieron rutina, como esperamos que sea a partir de ahora su presencia cada fin de semana en los campos de rugby de Madrid. 


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: Fernando Rodríguez Larios

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