martes, 10 de noviembre de 2015

'No son molinos, mi señor. Son gigantes'. XV Hortaleza Rojo 31 - Quijote RC 18

Quijote fue sacudido durante diez frenéticos minutos, como aquellos días en los que John Reed contó como el mundo se estremeció, por un enajenado Red Army, que desde la derrota ante Guadalajara parece encantado de haberse conocido (31-18).


Con la idea de apartarse de las trincheras cavadas por su rival, Hortaleza optó por la guerra relámpago y los bombardeos de su línea, sabedora de su superioridad nada más iniciadas las primeras escaramuzas. 

La almendra recorría de manera grácil por las alegres manos de los tres cuartos, que dejaron a los delanteros de su escuadrón ganarse la gloria con el primer ensayo de aquella menguante tarde de noviembre (7-0). 


Sin embargo, la diligencia del XV era interrumpida por las propias prisas de sus acciones, ocasionando una serie de golpes de castigo que a la postre no resultarían fatales pese al empeño del zaguero de Quijote, autor, con el pie, de todos los puntos de su equipo.


A la media hora de contienda, Quijote apenas había logrado invadir territorio ajeno. El muro levantado por los de Chencho se antojaba inexpugnable para una caballería acostumbrada a castigar a golpe de garrocha a sus rivales. 



Pero las escamas en el dragón de Hortaleza parecían a prueba de alabarderos, más desde que el último Jorge ya no viva en la Capadocia, sino en el barrio y así se lo hicieron saber Plumas y Chef con dos nuevas marcas (17-6).


Pese al dominio en territorio y marcador, Quijote, que por algo era el líder de la categoría, y su zaguero se las apañaron para irse a refrescar el gaznate con posibilidades todavía de voltear el casillero (17-9).


Aquellos fantasmas de Soto

Quijote tocó a rebato y sus rocines emprendieron la ofensiva que el equipo rojo de Hortaleza llevaba esperando desde que se citaron aquella tarde. Por primera vez en muchos minutos acosaron con verdadero peligro la zona de ensayo, pero volvieron a ser repelidos y tan solo el atino de su pateador enarcó las cejas de unos dragones que no pudieron repetir la hazaña de los felices diez minutos de la primera mitad (17-15).


Aquel agobiante final de partido que azotó al dragón en Soto no se repitió y Hortaleza salió vencedor de un tiroteo final, en el que lograban puntuar de cinco en cinco (Borja  y Pulga), a diferencia de su rival, que seguía haciéndolo de tres en tres, debido a su incapacidad de atravesar las líneas de su enemigo, cuyos últimos minutos los pasó defendiendo en su línea de cinco metros con un hombre menos tras el 'sin bin' de Chef.


Al caer la noche, y tras repeler los últimos conatos de su rival, el XV consumaba su victoria, que le pone en los ya apretados puestos de privilegio de la tercera categoría del rugby madrileño.



Tras graznar por enésima vez su procaz y fanfarrona tonadilla, lo único que deseaban para completar el cuadro era algo fuerte para beber -alguna de aquellas pócimas del chamán Pelusa, quizás-, porque si lo hubiesen tenido se habrían emborrachado y se habrían puesto sentimentales, o enloquecidamente furiosos. 

Quién sabe. En realidad, quizás no necesitasen beber nada, ya estaban felices de solo pensar en jugar de un nuevo un partido de rugby siete días más tarde.


Ficha técnica

Resultado: XV Hortaleza Rojo 31 - Quijote Rugby Club 18.

Anotadores: Chef, 10 puntos; Plumas, 9 ptos; Borja, 5 ptos; Pulga, 5 ptos; Fulli, 2 ptos.


Alineación: 1. Sanro, 2. Ramos, 3. Alexón, 4. Borja, 5. Rubén, 6. Juanma, 7. Hernández, 8. Chef (c); 9. Fulli (m.m), 10. Pulga (ap.); 11. Carol, 12. Plumas, 13. Leo, 14. Cheta; 15. Raúl.


También jugaron: 17. Sorribes, 18.Daver, 19. Tobi, 21. Chewaka, 22. Chrhe.





Texto: Raphael.
Fotografías: Quijote RC y la madre de Chewaka.

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