lunes, 16 de noviembre de 2015

CR Majadahonda B 54 - XV Hortaleza Rojo 19. 'Aplastados y corneados'


Zarandeados y pisoteados sobre los pastos de Majadahonda acabaron los jugadores del XV Hortaleza Rojo. Unos irreconocibles dragones, arrollados por unos rinocerontes, que se engrandecieron cebándose con las facilidades y errores en los que cayó su rival (54-19).


Hortaleza supo lo que se le venía encima en cuanto Majadahonda se hizo con el primer balón. Con su rival en estampida, como si cazadores furtivos anduvieran fisgando por los alrededores, y con el reloj apenas empezando a correr, el equipo de Chencho padeció lo que sería el leitmotiv del partido: rinocerontes pisoteando todo aquello que anduviera por ahí, aquella aciaga mañana de domingo.

La primera parte no fue tan catastrófica, Hortaleza aguantó bien los dos golpes iniciales (12-0), llegó incluso a reponerse, pese a las cornadas posteriores, con las marcas de Pulga y Ferrazza (17-12), pero poco más. Acaso cierto dominio en algunos momentos, con superioridad en las estáticas y con un buen juego a la mano cuando la línea se entonó.

Con la posibilidad de llegar al descanso a un ensayo de intentar igualar el partido, el XV volvió a constatar su falta de concentración y disciplina, evidenciada en la treintena de golpes de castigo cometidos y desatino en los placajes, errores que acabaron por convertir la segunda parte del partido en un verdadero suplicio.

Lo que vino a continuación mejor guardarlo en el manual de lo que no se debe hacer en un partido de rugby. Con un capitán incapaz de insuflar ánimos a los suyos, y con el resultado engordando cada vez más, la esperanza de agarrar al menos el bonus ofensivo despertó a un aletargado dragón, que se quedó a las puertas del objetivo con el ensayo de Fran.

Aunque fue un duro golpe, sin duda puede que algo magnificado por este texto, no es nada que el XV Hortaleza Rojo no pueda aguantar. En peores entuertos ha caído y al final, el dolor que puede llegar a infligir el rugby, se convierte en placer días después, cuando uno vuelve a saltar al terreno de juego. 

Texto: Raphael.
Imagen (de archivo): José Luis Hernández Sanz.



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