Hortaleza despidió el año con una derrota ante Torrejón después de realizar su partido más serio en lo que va de temporada (15-22). Si bien la primera mitad fue de lo mejor que se le recuerda al XV, por el trabajo y la entidad del rival, en la segunda, los visitantes asestaron dos golpes casi consecutivos que decantaron de su lado el partido.
Torrejón, incontestable líder hasta la fecha, visitaba el noreste de la capital con la seguridad que un pleno de victorias otorga a cualquier equipo. Sin embargo, se encontraron con el ímpetu de un más que solvente XV de Hortaleza, cuyo arduo trabajo obtuvo recompensa casi al inicio del choque, cuandoSoto posaba el oval después de una serie de fases que incluso llegaron a provocar la tarjeta amarilla de uno de los flanker rivales. Pira, preciso con el pie durante gran parte del partido, ponía dos puntos más para los dragones (7-0).
La respuesta de los visitantes no se hizo esperar y tras sacar de centro, su línea de tres cuartos movió el oval hasta conseguir dejarlo tras la línea de marca de Hortaleza, que se mantuvo por delante tras el fallo en la conversión (7-5). Los locales siguieron trabajando, dispuestos a demostrar que el buen inicio de partido no fue fruto del a casualidad. La delantera, pastoreada esta vez por Pira, se mostró dura y comprometida en las labores de defensa; mientras que en la línea de tres cuartos, aunque algo más nerviosa, se lucieron algunos temerarios placadores.
El XV amplió la ventaja gracias a un golpe de castigo transformado por Pira después de que un jugador visitante cometiera una infracción al intentar salir de una melé por el lateral del 6 (10-5). Sin creer ni mucho menos que el partido estaba en sus manos, el XV siguió trabajando sin descanso, las tres palabras que mejor pueden describir la labor de los dragones durante la primera parte, mostrando una seriedad que sorprendió a Torrejón, más allá de otras justificaciones de carácter corporativista que se puedan esgrimir desde ese municipio.
La segunda parte deparó un encuentro distinto. Espoleados por algaradas y alharacas, Torrejón asestó el primero de sus golpes después de que su apertura se aprovechara a cinco metros de marca de una más que notable cabalgada de su número 8, especialmente dañino en las salidas de melé a lo largo de todo el partido (10-10). Los siguientes ensayos, el último con atino entre palos, llegarían medida la segunda mitad, cuando los visitantes dominaban con seguridad el partido y la defensa encomiable, que hasta entonces había realizado Hortaleza, no pudo esta vez frenar los enésimos ataques rivales (10-22).
El XV tendría su oportunidad de arañar el bonus defensivo cuando un avispado Borja, uno de los más destacados en las filas hortalinas, posaba el oval en la zona de marca rival después de sacar rápido un escorado golpe de castigo (15-22). Sin embargo, Torrejón sumaría tres puntos más cuando, referencia a Andrea Fabra incluida, anotaron un propicio golpe de castigo dentro de la 22 de Hortaleza (15-25).
Sin duda, el XV disputó su partido más intenso. El ímpetu de Torrejón así lo requería. La novedosa delantera que presentaban los etíopes estuvo siempre a la altura de su homóloga torrejonera, más pesada y físicamente, en cuanto a corpulencia se refiere, superior. Aunque finalmente se lamentaron un par de ocasiones increíblemente perdidas, poco hay que objetar a la actitud mostrada por Hortaleza, que, sin embargo, tendrá que solucionar de cara al nuevo año la irregularidad mostrada hasta ahora.
El rugby es un deporte con una mística especial, o al menos es lo que nos dijeron a muchos cuando nos acercamos a la tienda. Las eternas peroratas acerca del alto abolengo y el honor que irradia el juego del oval, amén de los consabidos, pero desde hace tiempo más que manidos, señoriales principios que propugna, acabaron por convencernos. Poco queda de ese lustroso escaparate. El público entendido como el ‘respetable’ es ya una broma de mal gusto, y la cortesía con la que se departe con el árbitro es un espejismo propio de las pantallas de televisión y de un deporte que se acerca peligrosamente a aquellos lodazales en los que se convertían, tras la lluvia, los campos de tierra que lo vieron nacer.
Alineación: 1. Alexón, 2. Soto, 3. Chencho (c); 4. Villa, 5. Isma; 6. Tamin, 7. Borja, 8. Urki; 9. Pira (m.m); 10. Dosser (ap.); 11. Chewaka, 12. Negro, 13. Abad, 14. Roberto Fuentes; 15. Orzo.
También jugaron: 16. Miliko, 17. Alejo; 19. Chef; 20. Pelusa; 21. Alex Moreno; 22. Rodrigo.
Marcador: 15-22; Soto (5-0), Pira (7-0); Pira (10-5); Borja (15-22).
Texto: Marcos Teixeira
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