Aleccionados por los dos últimos partidos, los escamosos dragones del Hortaleza acudieron a las instalaciones de la Dehesa Boyal, donde los siempre corajudos muchachos del Sanse Scrum esperaban bufando su enésima oportunidad de resarcirse de un dubitativo inicio liguero.
Así, y sin tener el XV un comienzo demasiado dispar al de su rival, ambos equipos encararon un encuentro, cuyos prolegómenos fueron protagonizados, en el bando visitante, por las vehementemente enajenadas arengas de su capitán Chencho, así como por la siempre encantadora tradición rugbística de la entrega de camisetas.
El XV del Dragón entró con pie decidido a los irregulares pastos de la Dehesa. Mejor posicionados que en choques de otras fechas, los de Hortaleza pasaron gran parte de los ochenta minutos en territorio rival, acosando las líneas enemigas tras las fases estáticas y haciendo valer su dominio en dichos momentos, especialmente en las melés, resarciéndose así de fechas pretéritas. Aun con ello, fue el conjunto local quien arrancó los primeros cinco puntos del partido gracias a un ensayo escorado de su número 8 (5-0).
No obstante, poco le duró la alegría a los escasos aficionados locales, pues tras la salida de un maul, el XV logró mover el oval hasta el otro lado del campo, donde Javi López cedió con dotes de jugador de baloncesto a un Dosser recuperado para la causa, que lograba filtrarse por la línea defensiva de los toros del Sanse e igualar el marcador a la espera de que el noctámbulo Ocaña acertara entre palos, algo que no se produjo en ningún momento del encuentro (5-5). Los dragones siguieron monopolizando los ataques durante el resto de la primera mitad, solo interrumpidos por alguna acometida local fruto de algún error de los hortalinos.
Pasado el ecuador del primer tiempo, los de Oti se pusieron por delante cuando Chencho arrancó la almendra de una agrupación después de un largo ataque (5-10). Arrojándose tras la línea de marca, sus estentóreos chillidos volvieron a retumbar en las desangeladas tribunas de piedra de la Dehesa. Poco después, la expulsión de Orzo, quien decidió jugar al escondite con el balón en un ruck, puso el broche a una primera parte muy seria y trabajada por parte de los de Hortaleza.
La segunda parte comenzó como la primera. Aunque el XV volvía a dominar gran parte de las facetas del juego, el ímpetu local arrancó el yugo de los toros que los dragones ejercieron durante los primeros compases de esta segunda mitad (10-10). El empate varió poco el rumbo de los acontecimientos. La delantera del Hortaleza seguía prevaleciendo sobre su homóloga rival, Pelusa y Dosser comandaron bien al equipo y los cambios esta vez sí tuvieron el efecto deseado. Una touch bien receptada acabó en el maul del que nacería el nuevo ensayo del joven equipo de la barriada madrileña. Pelusa abrió el juego hacia la línea que fue moviendo el oval hasta que Abad, el segundo centro, decidió que él sería el último tres cuartos que recibiera en esa jugada la tan ansiada almendra, aunque con ello pusiera en vilo a los ruidosos aficionados del XV (10-15).
En los estertores del encuentro, dejando patente una vez más el maravilloso y prolífico idilio que el club de Hortaleza guarda con algunas de los más vetustos y prosaicos movimientos del rugby más rudimentario, un nuevo maul, a la salida de una touch, alumbró el último ensayo del partido (10-20), sumando así el bonus ofensivo y provocando de nuevo la algarada verbal del capitán de los dragones.
Alineación:
1. Julián, 2. Chencho (c), 3. Alexón; 4. Daver, 5. Chef, 6. Borja, 7. Josu, 8. Pedro; 9. Pelusa (m.m.) 10. Dosser (ap.); 11. Orzo, 12. Roldán, 13. Abad, 14. Ocaña, 15. Javi López.
1. Julián, 2. Chencho (c), 3. Alexón; 4. Daver, 5. Chef, 6. Borja, 7. Josu, 8. Pedro; 9. Pelusa (m.m.) 10. Dosser (ap.); 11. Orzo, 12. Roldán, 13. Abad, 14. Ocaña, 15. Javi López.
También jugaron: 16. Chemari, 17. Alejo, 18. Isma, 19. Coppel, 20. Mario, 21. Guille, 22. Martin, 23. Negro.
Marcos Teixeira
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