Manejando el cotarro |
La universidad siempre fue amiga del oval, cuna de una interminable lista de jugadores adoptados más tarde por los clubes, e incluso origen de muchos de ellos. Los motivos por los que muchos deciden tener su primer contacto con este deporte revolcándose en estos lodos --se nos viene a la cabeza Cantarranas-- son diversos y de lo más variopintos, es el caso de Rocío Jiménez (Murcia, 1991), quien empezó con esto del rugby en la Facultad de Matemáticas "porque parecía que eran quienes movían el cotarro".