Un año
antes de morir Rosalía de Castro publicó la última de sus grandes obras
en castellano, ‘En las orillas del Sar’ (1884). En ella reflexionaba en
las postrimerías de su vida sobre el extraño placer de la vida como
eterna congoja. Uno de sus estrofas más representativas reza así:
Inexplicable angustia
hondo dolor del alma,
recuerdo que no muere,
deseo que no acaba...