XV Hortaleza

martes, 7 de abril de 2015

David Guerrero: "El rugby es donde teníamos que nacer por los valores de respeto que impone"


David Guerrero (Madrid, 1980) formaba parte de aquella media docena de tipos que un día decidió bajar a los parques de la capital española a familiarizarse con el rugby y los sinsentidos de su absurdo balón. Les gustó y atrajeron a tantos otros, que un año y pico después, este periodista de profesión, es una de las figuras más visibles, tanto fuera -es vicepresidente- como dentro del campo -donde ejerce de tercera línea-, de Madrid Titanes Club de Rugby. Otro equipo más de la regional madrileña de rugby, salvo por una peculiaridad que le hace único: es el primer club gay del deporte ovalado en España. Un sábado cualquiera, después de un partido contra el XV Hortaleza, charlamos con él en Los Maños.

¿Cómo ha ido el partido?

Estamos en una evolución positiva. Vivimos en un momento en el que algunos de los veteranos que estuvieron con nosotros el año pasado se han ido a otros equipos en busca de una mayor ambición deportiva que de momento los Titanes no tenemos. Ha sido una temporada complicada para nosotros, pero poco a poco vamos mejorando con respecto a los anteriores partidos. (Hoy) Hemos dado mejor la cara, hemos visto jugadas bonitas, hemos visto a la gente un poco más valiente, pero poco a poco. Yo siempre insisto cuando hablamos a nivel deportivo de este equipo, que son gente muy diferente, que vienen de circunstancias muy distintas, algunos nunca se habían atrevido a acercarse al mundo del rugby pese a que era su pasión, y ahora hemos conseguido que poco a poco vayan aprendiendo. Tenemos dos entrenamientos a la semana, pero seguramente haya que poner uno más de cara a la próxima temporada, pero bueno, creo que en este partido, aunque tengamos un nivel bajo de rugby, hemos mejorado.

Estamos siempre renovando el equipo y es algo que los otros equipos no entienden. Tenemos jornadas de puertas abiertas de manera muy habitual para incorporar gente nueva y claro, muchos de ellos carecen de conocimientos de rugby o han tenido menos entrenamientos. Sin embargo, para los entrenadores lo mas importante no es ganar o hacer un partido excelente, como que la gente pruebe el rugby, que jueguen y que experimenten lo que se siente dentro de un partido. No somos ambiciosos en ganar, como en seguir creciendo y en ir incorporando a toda esta gente.

La gran etiqueta de este equipo es el mundo LGTB, pero tenemos inmigrantes, discapacitados, que están encantados porque les tratamos como uno más y probablemente el equipo de enfrente no se haya dado cuenta de ello. Me parece super importante hacerlo así. Probablemente no seamos un equipo ganador, pero somos un equipo que busca incorporar a todo tipo de gente al mundo del rugby.

En un principio esta temporada ibais a jugar ya en liga regular, ¿qué ha pasado para que finalmente no fuera así?

Era la intención, pero decidimos aguantar un año más para prepararnos mejor. Tenemos sobre todo la preocupación en la junta directiva de que el proyecto sea serio y vimos que todavía no estábamos preparados. Estamos muy verdes, necesitamos más entrenamientos y más compromiso por parte de algunos de nuestros jugadores. Llevar a cabo un proyecto deportivo de este tipo ya sabemos las dificultades que conlleva, por eso, y lo decimos siempre, tomamos como ejemplo al XV Hortaleza como club de rugby que queremos ser en el futuro. Un club que tiene campo propio, que tiene escuelas deportivas, que están abriendo el mundo del rugby a los más pequeños, que eso es el futuro, que tienen gente comprometida, que los propios jugadores se conviertan en entrenadores... Este tipo de club es lo que nosotros queremos. Hacerlo desde el principio es duro, las decisiones son complicadas y a veces es mejor decir vamos a aguantar un año sin estar en la liga para hacerlo crecer, para tener más gente, para tener jugadores mejor preparados... Tenemos mucho respeto al rugby y a los clubes de Madrid así que tampoco queremos ser los paquetes de la liga.

¿Estaréis compitiendo el año próximo?

La intención es que sí, pero somos muy demócratas y lo tendremos que decidir todos los socios en la asamblea del club. Hay gente que quiere crecer y está preparada para el año que viene. Yo creo que sí deberíamos entrar y empezar a jugar.


Habéis entrado en el mundo del rugby haciendo mucho ruido y contando con un espacio en los medios que ningún otro equipo de la regional, me atrevería a decir que a nivel nacional tampoco, ha tenido. ¿Esa acogida os ha ayudado a captar jugadores o lleváis a cabo algún tipo de campaña?

Nos ha ayudado a captar a gente, pero ese no era el objetivo. El club tiene una meta concreta muy importante en la cual tenemos que trabajar, que es la visibilidad LGTB en el deporte. Estamos en un país que ni en el mundo del rugby, ni en el mundo del fútbol, ni en ningún otro deporte, tenemos referentes. Los medios de comunicación aceptaron muy bien nuestro proyecto de dar visibilidad en el deporte a la comunidad LGTB para normalizar la situación en España, que si bien cuenta con leyes muy avanzadas con respecto al resto de Europa, en materia deportiva todavía hay una asignatura pendiente. Nosotros de alguna manera hemos querido ponerla encima de la mesa, hacerla ver y hacerla valer. Eso a los medios de comunicación les gusta mucho, pero ha habido un malentendido con respecto a otros equipos, pues muchos han pensado que hemos venido al rugby para denunciar que aquí existe homofobia, pero es al revés. Posiblemente el rugby es el deporte donde menos se da este problema. Algo puede haber, claro, porque idiotas hay en todos los sitios.

¿El rugby es, entonces, por esos valores de respeto y tolerancia de los que tanto se enorgullece, el mejor deporte donde poder crear un club LGTB?

Cuando empezamos, pensábamos que no había otro deporte mejor que el rugby para montar un equipo diverso. El rugby son valores brutales de respeto. Claramente, el mundo del rugby era el sitio donde teníamos que nacer por los propios valores que el rugby impone. Era el escenario perfecto.

He hablado con gente de la federación y algunos te dicen "joder, habéis conseguido una página completa en As, habéis salido en TVE, u os han hecho una entrevista en la Cadena Ser, y a mis chicas que han ganado la copa de no sé que, solo les han dado un breve". Yo lo entiendo, entiendo la rabia porque al fin y al cabo nosotros no estamos ahí por méritos deportivos y eso puede molestar. Pero en el respeto que nosotros le tenemos al rugby y en la buena aceptación que hemos tenido por parte de la Federación, al final lo importante es el rugby, de lo que se está hablando es de rugby.

Gareth Thomas dijo que uno de los motivos por los que había tardado tanto en salir del armario fue por el "ambiente de machos" que existe en el rugby, ¿creéis que catalogaros como un club gay, por muy inclusivo que sea, puede echar para atrás a jugadores heterosexuales a la hora de elegiros como equipo?

No. De hecho tenemos a bastantes heterosexuales dentro del equipo. No pedimos, ni preguntamos cual es la orientación sexual de cada uno, igual que no preguntamos las creencias religiosas y políticas de cada uno para poder entrar en los Titanes. También es verdad que cualquiera que venga aquí sabe a donde se está acercando. Nuestro capitán toda la temporada pasada, por ejemplo, era heterosexual y tenemos jugadores fundamentales en el equipo que también lo son. No hay ningún problema.


¿Es más fácil declararse homosexual en el rugby?

En realidad, no lo sé. Posiblemente sea más llamativo para los medios de comunicación por esa imagen preconcebida que se tiene de este deporte y sus jugadores. En la Comunidad de Madrid estamos rodeados de clubes LGTB que son públicos, de natación, fútbol, bádminton, pádel, tenis, que están trabajando muy bien en el tema de visibilizar la comunidad LGTB y están sacando resultados absolutamente buenísimos. El tema es que, mediáticamente el rugby puede vender más por los clichés que se rompen en ambos sentidos. Una persona LGTB puede jugar al rugby y además puede hacerlo de igual forma entre esos "machos ibéricos".

Me decías que no te animaste a ingresar en el rugby universitario porque pensabas que no encajarías bien, ¿crees que el club de los Titanes puede servir para que gente en esa situación, en la del miedo a no adaptarse o a ser rechazados por su orientación sexual, dé por fin ese paso?

Sí, creo que sí, pero también hay compañeros en nuestro club, que juegan en otros sitios y vienen a echarnos una mano, que son abiertamente gays dentro de sus equipos y no existe ningún tipo de problema. ¿Qué podemos servir de cobijo para alguno que haya podido pensar que tendría problemas en otro lado? Bueno, creo que, quitando que idiotas hay en todos lados, cualquier gay que se acerque a un equipo de rugby va a ser tratado fenomenal por la forma de ser de este deporte. 

A ese chaval al que le gusta el rugby y que está en un pueblo de una provincia del interior de España posiblemente le ayude mucho. Que vea que hay mucha gente como él, y que han dado ejemplo y han tenido la valentía de dar un paso al frente y jugar al rugby.

¿Habéis recibido apoyo de algún deportista?

No lo hemos buscado, pero estoy seguro de que si lo hiciéramos encontraríamos alguno. Nuestra percha de equipo de rugby gay atrae simpatías.

Independientemente de que los deportistas estén o no preparados para salir del armario, ¿crees que la mayoría de los aficionados están listos para recibir la noticia de que su ídolo deportivo o el jugador al que animan con fervor es homosexual?

España en este sentido va a la cola porque en otros países hay referentes en el deporte que han declarado su condición LGTB y no pasa nada. Aquí no hay ni uno solo y por estadística los hay. Tenemos que animar campañas al respecto igual que apoyamos, por ejemplo, en el fútbol aquellas que combaten el racismo. En España no puedes gritar negro más un insulto a un jugador, pero sí le puedes llamar maricón. Cuidemos el lenguaje también dentro de la afición deportiva. La Federación de Fútbol o de cualquier otro deporte, igual que hace con el racismo, también debería luchar contra la homofobia. Muy pocos equipos de fútbol, por ejemplo, salvo el Rayo Vallecano y alguno más, se sumaron a la simbólica campaña de ponerse en las botas los cordones con los colores de la bandera gay. 

Ya hay cantantes que han salido del armario. Las carpeteras se van a quedar sin sus ídolos. Ahí está Ricky Martin. Los deportistas que son gays y no lo dicen hacen muy mal a la comunidad. Yo no soy de los que cree que haya que arrastrar a nadie a decirlo públicamente. Es más, la vida privada de cada uno es cuestión de cada cual, pero a veces cuando ostentas cierta posición de repercusión social, como a nivel político -en donde ya hay casos-, tienes que dar un paso al frente para ayudar a normalizarlo y así llegara un punto en el que ya dé igual.

Algo falla, cuando solo son los deportistas quienes no se atreven a dar ese paso, y no lo entiendo. Sobre todo cuando alguien tiene un proyecto deportivo así entre las manos, en el que hemos contado con cincuenta personas y les hemos dicho que íbamos a poner el apellido gay inclusivo y hemos sido tan bien aceptados. Cuando lo hicimos había miedo por cómo íbamos a ser recibidos por la federación, aunque más por el resto de equipos de rugby de Madrid, y lo han hecho fenomenal. Estamos orgullosos de ser Titanes. Muchos compañeros han recibido las fuerzas para salir del armario en sus otros ámbitos de la vida. Hemos funcionado como un grupo de apoyo. Por eso no entiendo que haya un deportista en su casa que piense que no vaya a ser aceptado porque ahí estamos nosotros como ejemplo.

¿Estáis en contacto con otros clubes LGTB?

Ya no somos el único equipo gay inclusivo de rugby en España. Se ha formado otro por la zona de Cataluña. Están en contacto con nosotros, nos están pidiendo colaboración, les estamos ayudando y hay muy buena relación. Equipos LGTB de rugby en Europa hay muchísimos y con gran tradición. Existe una federación internacional de rugby gay, la IGR, con mucho poder, que organiza dos torneos: una europeaUnion Cup; y otra internacional, la Bingham Cup.

¿Cómo fue la experiencia por Francia y cómo se presenta vuestra próxima cita internacional en Bruselas?

Fuimos el año pasado a Montpellier a celebrar el décimo aniversario del club de rugby LGTB de allí, Los Valents. ¡Diez años! Eso nos debe hacer pensar que en España vamos todavía un poco retrasados. Estuvo muy bien porque ellos reunieron en el torneo a todos los equipos LGTB de Francia. Ahora estamos preparando la Union Cup, que se celebrará en Bruselas en mayo. Habrá como unos 400 jugadores inscritos, la ciudad se vuelca para el torneo y el equipo anfitrión está llevando muy bien la organización. Va a ser una copa preciosa. Hay mucho nivel, así que vamos a intentar hacer un papel digno

Vuestra acogida, a parte de haber sido buena, ha levantado mucha expectación, tanto fue así que os presentasteis en sociedad en un acto ante los medios en la Dirección General de Deportes de la Comunidad de Madrid, ese apoyo institucional un año y medio después, ¿se mantiene o fue fruto de la novedad y de intereses políticos?

Estoy convencido de que cualquier equipo que nazca hoy, de cualquier disciplina deportiva, va a la Dirección General de Deportes de la Comunidad de Madrid y les pide un espacio y se lo dan. Lo único que hay que tener es la voluntad de querer celebrar un acto de presentación. En este caso, además, hay gente muy buena trabajando allí y saben que el futuro del deporte está en animar a los nuevos clubes. En general, porque económicamente ya sabemos que las arcas públicas están como están en estos momentos.


La gente sigue apoyándonos, pero ¿qué apoyo? Si me hablas de apoyo económico podemos entrar en la conversación de que las instituciones deberían dar más ayudas a todos los clubes de todas las disciplinas del deporte madrileño. Si nos ponemos en plan reivindicativo, no hay unas ayudas que cubran lo complicado que es poner en marcha un club de deporte minoritario, porque además los patrocinios tampoco abundan.

¿Cómo estáis en ese tema, habéis encontrado problemas para conseguir publicidad y patrocinadores? ¿Buscáis algún mercado en concreto?

Nuestro objetivo era buscar "marcas blancas", neutras, que no tuvieran nada que ver con el mundo LGTB. Finalmente quien nos apoya y quien nos ayuda es el grupo Hot, que tiene varios establecimientos de ocio en Chueca. Nosotros estamos encantados porque están apoyando el rugby y nosotros les servimos como escaparate. No nos hemos encontrado con marcas que no hayan querido estar con nosotros por nuestra orientación sexual, sino porque no les habría cuadrado en su plan de comunicación. El mundo LGTB es muy activista y a veces un no es considerado homofóbico, pero en este caso ha sido por no entrar en el proyecto de estrategia de la marca. En general, la acogida ha sido muy buena.

Habéis participado en varias campañas que intentan concienciar de algunos de los problemas que afectan especialmente a la comunidad LGTB, ¿no os cerráis, supongo, a colaborar en la lucha contra otras problemáticas?

Sí, hemos participado en los últimos meses en actividades de lucha contra el cáncer. No solo nos hemos ido al mundo del VIH. Obviamente, la temática LGTB es fundamental para nosotros porque nos toca más de cerca. La campaña 'Placaje al VIH'  tuvo dos cosas muy importantes desde mi punto de vista. Primero, nos acercamos a la ONG 'Apoyo Positivo' porque queríamos hacer un calendario con el que recaudar fondos y donar parte de los mismos a esta organización. Ellos estuvieron encantados, pues en época de recortes este tipo de instituciones ven mermada su financiación. En segundo lugar, nos pidieron ayuda para que colaborásemos en una campaña que intentaba concienciar sobre la necesidad de luchar contra el VIH -tomar precauciones, hacerse la prueba, aceptar con normalidad a aquellas personas que lo tengan-, y lo hicimos y funcionó muy bien. Fue una campaña nacional y aunque en ella estuvieron los Titanes, fue todo el mundo del rugby quien placó al VIH.

Haremos más campañas de este tipo, pero dentro de las preocupaciones sociales de este equipo también están los niños hospitalizados, a los que nos gustaría ir a llevarles balones y hablarles de rugby, la lucha contra el cáncer o el uso del preservativo.


A título personal, en materia de libertad sexual, ¿cómo ves la situación en España?

Yo creo que la cosa va bien. Lamentablemente hemos tenido que ver en los últimos meses agresiones bastante fuertes a gente LGTB en Madrid. Tenemos que tener mucho cuidado nosotros y las organizaciones.

¿Existe un peligro real de ser agredido en Madrid por ser gay?

Sí, es real.  No sé las cifras exactas, pero en los dos últimos meses se han producido bastantes casos. Insisto, la sociedad en general no tiene ningún problema. El problema es que hay mucho idiota. Hay muchísima libertad en Madrid. La sociedad madrileña acepta a todo el mundo. Al final, somos una sociedad muy multicultural. La cosa está bien, está aceptada, pero se tiene que seguir trabajando en ese sentido. 

¿Lo ideal sería que el equipo de Titanes no tuviera el calificativo de gay inclusivo?

Sería lo ideal y es lo que buscamos. Creemos que el rugby de por sí ya es inclusivo. Madrid Titanes solo está haciendo una discriminación positiva necesaria: la de dar visibilidad a la comunidad LGTB en el deporte, como ya han estado haciendo otros clubes en Madrid de distintas modalidades. Nuestro objetivo es que el apellido gay inclusivo desaparezca de su nombre porque no tiene ningún sentido. Que se quede en un equipo diverso, en cuyos estatutos se estipule que se acepta a cualquier persona sea cual sea su condición sexual, racial, o religiosa. Sería muy interesante que todos los clubes, del deporte que sea, tuvieran en sus estatutos una declaración de principios de este tipo. En ese momento, en Madrid Titanes no tendría sentido incluir ese apellido.

¿Cómo os veis de aquí a un tiempo?

Hay mucha proyección encima de la mesa. Para nosotros el objetivo es el XV Hortaleza. Su modelo de club, de trabajo, su forma de llevar a los colegios el mundo del rugby, son nuestras metas a seguir. Nos gustaría ser como ellos en el futuro y creemos que estamos trabajando en la dirección correcta. Además de acercar el rugby a las escuelas, incluir el hecho de que somos gays, que es algo normal, y eso probablemente pueda ayudar a mucha gente. Tenemos todavía que crecer mucho más, asentarnos como club, buscar nuestro hueco. Nosotros iríamos donde nos llamasen, pero sí que por filosofía de club, nos gustaría acercarnos a las escuelas del sur de Madrid, en cuyos barrios es más necesario este tipo de iniciativas.



Fotografías por cortesía de Héctor Gómez Herrero.

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